No necesito el blog porque me siento plena.
Pasaron cosas últimamente que me hicieron recobrar la vitalidad que mantenía guardada, que elevaron mi voz hasta lo más recóndito, que volvieron a hacer sonar mi corazón, y sobre todo, alejaron las pesadillas.
Me gustaría aclarar que sí, soy una optimista con los pies en el aire, pero tengo en claro que recaeré y pensaré en volver. Ese es el punto.
No voy a volver a pisar este suelo ya desgastado ni vivir en memorias dolorosas. Voy a dejar que las letras me envuelvan y me transporten donde quieran. Voy a vivir como es debido y eso es bien.
Así que, gracias.
Gracias por mantenerme con las suficientes fuerzas, pero no gracias por mantenerme enferma.