- ¿Qué haces? -le pregunté bastante confundida
-Sonrío, estoy feliz de estar aquí ¿Por qué preguntas?
-No, no sos feliz. Esa sonrisa no es verdadera, estás tan cansado. No mientas, te conozco y puedo verlo en tus ojos, están hinchados y rojos probablemente pasaste otra noche llorando.
-Me miró muy seriamente y seguí hablando-
Hace mucho tiempo que eh querido preguntarte por qué te fuerzas a sonreír. Se que no estás bien, se que te cuesta estar de pie y que no sabés que hacer, que estás perdido. Estoy aquí para ti, lo sabes no? Nunca te voy a dejar solo porque eres lo que más amo en el mundo.
Esa fue la primera vez que me abrazó tan fuerte .
No hay comentarios:
Publicar un comentario