lunes, 1 de octubre de 2012

No dejes que la distancia te gane .

Se acercaron, estaban cada vez más cerca. Ella lo abrazó por el cuello, mientras flexionaba los codos y se tocaba los dedos. Se miraban a los ojos. El se fue mordiendo de a poco el labio inferior, cada vez más fuerte y con las manos temblorosas la agarró por la cintura. Ella sonrió.

 
 Los dos tenían el color por las nubes y una sonrisa inevitablemente hermosa. Todo ese tiempo que habrían estando esperando, valió la pena. Ellos veían un mundo reflejado en los ojos del otro, y realmente estaban demasiado felices.
 

 Él se acercó a ella, y le dijo al oído "Te amo"; mientras que sus piernas temblaban. Ella bajó la vista, y una lágrima cayó por su mejilla; lo miró intensamente de nuevo y le dijo "Yo también". Sus corazones estaban ya en el límite, sentían que explotaban; nunca habrían sentido algo similar.
Se acercaron, se acercaron y se acercaron cada vez un poco más. Cerraron los ojos, y sus labios por fin se tocaron. Jugaron con sus labios, por fin se demostraron ese amor tan profundo, por fin lo entendieron. Ella en puntas de pie, el con la cabeza baja & allí sintieron como todo perdía sentido, como el mundo giraba, sentían todas aquellas emociones que habrían creído perdidas. Con una mano en su mejilla y otra en su cuello, ella se paró con los dos pies firmes sobre la tierra, le sonrió y le agarró la mano.

Los dos se fueron caminando juntos de la mano, y nunca nadie los volvió a ver .

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