Volviendo a casa, pensé en todas aquellas cosas que había estado evitando. Todos los problemas que tendría que estar enfrentando ahora mismo, todo lo que volvería a callar y guardarme; ya veo porque no quería pensar en ello. Definitivamente "Dejá que las cosas solo pasen " fue el peor consejo que me pudieron dar y el peor que pude haber tomado. Todo empeoró y ya no hay forma de escapar.
Me mordía los labios con fuerza, mientras mis ojos se desbordaban.
Ya llego la hora, tengo que sufrir un poco más, tengo que enfrentarlo otra vez. Pensé muchas veces en que algo me inquietara tanto como esto, pero no pensé que se repetiría exactamente la misma historia. Estoy más perdida que antes, y no puedo confiar en nadie.
Llegué a mi casa, saludé (teníamos visitas) y me fui directo a la cama. Todo se había vuelto sumamente pesado. Y mientras engañaba a mi amante con la soledad, todo llegaba a su fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario