Mi otro yo, ponele .

No puedo ignorar las palabras, no puedo. Perdón y mil perdón a todos los que tienen esa idea de mi, pero sigo siendo tan sensible, no cambié nada. Me duele, me duele demasiado. Todo me afecta, todo. 

Sé perfectamente como soy, pero aún el dolor es tan latente. Me cansé de hablarlo y hablarlo; ya sé lo que tengo que hacer. Tengo que aceptar que todos son libres de hacer lo que quieren, que no puedo cambiar nada, que evite esa clase de comentarios, que lo ignore. Pero qué pasa cuando el problema te golpea en la cara? se ríe de vos? cuando tu problema te odia? cuando no sabés cual es el puto problema?  (JAJA, que hipócrita)
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 Odio estar sola, juro que es una de las cosas que más odio; pero inevitablemente uno está solo, cierto? 
Pensar en el suicidio dejó de ser una solución hace mucho tiempo, bueno no hace tanto; después de rozar por él con el ataque de pánico tan famoso, por esa fecha. Tengo en claro que la solución no es dejar de comer, no es dejar de salir de mi casa, no es depender de los demás, no es fingir que todo está bien. También se que no puedo aguantar mucho más de esta forma, pero no puedo hacer nada más. No quiero hablar con nadie, no quiero volver a ser un peso para nadie y es verdad, lo fui, me lo hicieron saber. No quiero volver a ser llamada "victima", no quiero volver a ser reprochada por hablar cuando no tendría, no quiero volver a ver mi sangre afuera de mi cuerpo. 
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 estúpida, estúpida, estúpida. Melisa, sos una estúpida . 
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 Me siento tan perdida en un mar de problemas que probablemente sean imaginarios. Estoy tan jodidamente enferma. Tan inferior a todos. No soy tan buena como todos me dicen, no. Escribir siempre fue una liberación de éxtasis, nirvana, pero ahora parece que solo son recordatorios de lo inútil que soy para actuar o hablar. 

Digo que no es nada, que todo va a mejorar, que solo es cansancio, frustración y dolor físico repentino. Cuando lo cierto es que estuve todo el día encerrada en mi habitación, tras las blancas sabanas, llorando y llorando. Lo cierto es que no tengo esperanza para volver a sonreír o incluso ser feliz, que me da asco verme al espejo y no puedo parar de clavarme las uñas a causa de los nervios diarios.
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Es tan odioso ver a una pendeja desperdiciar su vida odiándose, lo sé. Es tan odioso ser yo, sentirse como yo. 

No quiero más, no quiero más esto y lo único que se me ocurre es escribir toda esta mierda acá. Sí, es una mierda, pero esta mierda soy yo.