
Al llegar al departamento, tocó timbre cómo un loco; mientras con la otra mano buscaba desesperadamente las llaves; nadie atendía del otro lado. Al fin, con las llaves en la mano, quiso entrar pero del otro lado había algo bloqueando el paso. Gritó con todas sus fuerzas el nombre de su amada :
- ¡Amelia! ¡Amelia! ¡Por favor, te lo ruego, ábreme la puerta!
Cada vez más desesperado y con solo la idea de entrar intentó derribar la puerta. Primero con sus puños y luego simplemente a las patadas. Tenía todo el cuerpo realmente destrozado, pero él seguía golpeándola mientras llamaba a su alma. Empapado en sudor y un poco de sangre, logró entrar. Subió las escaleras como un rayo. Fue directo al baño de la pequeña habitación que compartían y vio lo que nunca tendría que haber pasado .

Agarró el teléfono portátil de su bolsillo cómo pudo y la recostó en sus piernas mientras que apoyaba la cabeza en su pecho.
-¡Contesten! ¡Contesten rápido! -gritaba, mientras intentaba comunicarse con una ambulancia.
Pero era inútil, el tiempo se había terminado. Al darse cuenta, con la poca voz que tenía dijo apenas su dirección y colgó .
Tapó su cuerpo desnudo con una toalla, y casi agonizando le decía en voz baja, llegando al susurro :
" Mi princesa, mi ángel ¿Por qué te fuiste? si yo era quién tanto te amaba. ¿Por qué no dejaste que te cuidara? ¿Por qué me lastimas así? Alma mía "
Desde aquel día, él no ha vuelto a decir una palabra. Su alma, lo poco que quedaba de su alma, habría muerto en el instante que leyó ese mensaje .

"Perdón por nunca haber sido suficiente.
Te amo, y siempre lo haré, por eso, ..
ven a salvarme" .
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