La idea vino irónicamente de mi madre, pero claro, en ella estaba bien porque era una persona adulta dispuesta a tomar las consecuencias. Recuerdo que en ese momento pensé que era la misma estupidez, pero aún así, lo hacía y probablemente me convierta en una estúpida consciente por ello.
Todo después de ello se convirtió en una mentira constante. "Hoy almorcé mucho, no tengo hambre" , "Si, ya comí, gracias" , "Justo me lavé los dientes" o directamente decía que iba a comer más tarde. Todo lo que hacía después era lamentarme por el dolor de huesos que podría tener; también noté el poco aguante comparado con el que tenia antes. Un par de vueltas en una calesita eran capaces de profundizar una migraña por horas, mientras que antes, gritaba de la euforia en una montaña rusa.
Igual todo este esfuerzo no valía de nada. Cada vez veía mis brazos más gordos, mis piernas más anchas, mi cuerpo era demasiado repugnante a mis ojos como para describirlo. Estaba enojada conmigo misma por seguir siendo gorda pero no podía cortarme. Cortarme NO estaba en la lista de las cosas que podría hacer, no después de los insultos, golpes, y burlas que recibí tiempo atrás. Así que, los limites me llevaron a hacerme daño con cualquier cosa que estuviese cerca, literalmente con cualquiera. Desde un clavo que encontraba por la calle, hasta un pedazo de madera arrancado de algún mueble.
¿Alguien sabe lo que duele clavarse el hombro con un clavo reiteradas veces?. Bueno, yo sí .
No podía controlar mi ira, mi violencia interna, mi odio, mi obsesión mi nada interno; nunca dije nada, y estos abusos contra mi empeoraron con el tiempo .
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