miércoles, 27 de marzo de 2013

Un adiós que marcó el tiempo.

Creo que debí habértelo dicho antes, pero no me pareció importante, lo siento. Lo cierto de todo es que me iré por un tiempo, lejos de aquí. Ya tengo 19 años y empiezo a tener expectativas en mi vida, sabes? es lo normal.
 Me iré pero no te diré a donde, por ello, no me busques. Si me encuentras no dudaré en alejarme, si me contactas, me cambiaré el nombre y comenzaré de cero y por si no quedó claro, sí, estoy huyendo de ti. Huyo de ti para que empecemos una nueva vida, será lo mejor, créeme.

 Eramos muy jóvenes cuando tomo comenzó. Jóvenes y estúpidos. Queríamos tenerlo todo y pretendíamos conocernos a fondo el uno al otro. Que irónico, verdad?. Aunque lo cierto es que realmente nos amábamos; recuerdo que solíamos pasar horas acariciándonos y planificando    el futuro. Vos decías que no había que pensar en él, pero por mi, aún así lo hacías ¿Te acuerdas? O tal vez no. Me excedí. Diablos! 

 Después de aquel incidente en el que casi mueres, reflexioné mucho, muchísimo. Y no puedo quedarme observando como te caes a pedazos, no quiero, no me lo merezco. 

Después de todo lo que pasamos juntos, creo que irme con los mejores recuerdos y una imagen viva de vos, es lo mejor para todos. Siempre quise lo mejor para vos, pero con quererlo no se logra nada, y pude ver los resultados. Estuve demasiado tiempo pendiente de vos, que me perdí a mi misma; y al contrario, vos estuviste tan pendiente de que no te encontrara que te alejaste solo. 
Quiero liberar mis alas, seguimos siendo jóvenes y tenemos muchas cosas por delante, o eso espero en realidad. 
Con este e-mail me despido, hoy, último día de otoño y casi primer día de invierno, a vos, mi celestial y eterno príncipe verde.
Te amé más de lo que nunca hubiese imaginado, y gracias por corresponderme todo este tiempo.
Adiós por siempre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario