sábado, 16 de febrero de 2013

Sentiste mis brazos cuando te toqué, pero no notaste el frío de mi corazón y la fuerza que me tomó hacerlo.  
¿Por qué me haces sentir cómo si no importara? ¿Por qué tuviste que irte estos años y dejarme tan sola? Me abandonaste con la mirada baja y los ojos llorosos; sabias que nada volvería a ser lo mismo y no te importó. 


Que te pudras, he dicho .

No hay comentarios:

Publicar un comentario