En esencia, también era exquisita. Muy alegre y risueña, honesta y directa, pero nunca ofensiva. Siempre cambiando el tono de su voz, siempre cálida y comprensiva. Llena de lo que al nombrarlo, se limita. Ella estaba llena de amor .
--
Al tocarla, temía que se disuelva. Ella era la mayor pecadora al poseer por demás, la mayor perfección jamás lograda en la tierra. Era victima de las miles de miradas, miradas que le hacían el amor una y otra vez, sin darse cuenta. Era sospechosa en pactar con los ángeles por darle tanta serenidad y paciencia. Era la mano derecha del demonio por su increíble manera de provocar todo tipo de reacciones con el solo hecho de estar allí.
Pero nada de eso es motivo, aún en una mente enfermiza como la mía, para hacerle lo que le hicieron. Tal vez era su extrema perfección, su ausencia de humanización lo que a muchos les molestaba, pero sigue sin haber razón.
Era simple, todavía lo sigue siendo, como ella no había otra mujer, no existía y no es exageración. Nunca habrá nadie igual, porque a fin de cuentas, ella era la protagonista.
--
A pesar de las advertencias de su madre, ella salió a caminar, lo cuál no era algo raro en su vida. Lo que no sabía era que hace más de dos meses, la habían estado siguiendo. Saliendo del colegio, yendo a la casa de alguna amiga, ayudando a su madre a colgar la ropa, en la puerta con algún amigo; a dónde sea que iba, allí estaba él respirando en su sombra.
Como es más que predecible, lo diré sin muchas vueltas, contando desde esa noche y otras 39, no volvió a su casa.
Nadie nunca supo lo que pasó, ni si quiera yo. Todos a su alrededor la amaban, pero no parece ser excusa.
La casa fue un descontrol total después de un par de horas.
La casa fue un descontrol total después de un par de horas.
Su madre empezó a tomar pastillas, su nana habría tenido un infarto y estaba en rehabilitación, su hermano menor que sin entender mucho, lloraba en ausencia y soledad de ella.
Las noches se convirtieron en infiernos, cada día más, era una nueva forma de tortura mental para todos allí.
El día que la hallaron, no la reconocieron. Estaba realmente muy flaca, tenía el cabello destruido y el brazo un tanto quemado. Estaba vestida con solo unos trapos sucios, y por demás, manchas de sangre en él. Le faltaban más de la mitad de las uñas y tenia marcas en el cuello, marcas rojas de dedos pequeños.
Ese día dónde su perfección-¡No! Más que su perfección: Ella era más que eso. Ese día dónde su alma fue destruida brutalmente por un maniático, recién ese día, fue en el que todos abrieron los ojos y vieron que ella no paraba de reír.
Estaba muerta en vida .
No hay comentarios:
Publicar un comentario